Compra y exportación de cocaína y la muerte de Juancho

Yo entré a las FARC desde los nueve años, cogí mucha confianza con “Don Alfredo”, era prácticamente la mano derecha de él.

“Don Alfredo” era el comandante de Vista Hermosa, Meta. El cucho era buena gente. A los que tenían más plata, más fincas era a los que les quitaba para darle a la gente que necesitaba.

Cuando el era niño los paramilitares le mataron a la familia, entonces él se metió a la guerrilla y la venganza de él era acabar con todos los paramilitares.

Ésta era la finca de “Don Alfredo”, “Bienvenidos a donde Don Alfredo” decía. Todo era de él. La gente traía la cocaína ya procesada para vendérnosla a nosotros.
Yo era el que contaba toda la plata que entraba, yo aprendí a multiplicar y a dividir, sumar, restar contando plata.

Un día “Don Alfredo” mandó a un muchacho que se llamaba Juancho a que me ayudara a contar los kilos de coca que estaban entrando y la plata que estaba saliendo.

En un descuido el muchacho se empacó un kilo de mercancía.

En ese momento nadie daba razón del kilo, nadie sabía nada. Ese kilo de mercancía vino a aparecer fue como a los dos meses. Cuando una señora llegó a vendernos ese kilo, nosotros le dijimos a la señora que de dónde había sacado esa mercancía, entonces la señora dijo: “No, es que un muchacho así y así nos la dio para venderla, que partíamos por mitad”.

Al muchacho le dieron una ráfaga con un fusil un AK-47, lo mataron solamente por haberse llevado un kilo de cocaína.

Lo último que dijo Juancho “que se lo llevaran a la mamá.” Nunca se le llevó nada a la mamá, nada, se desapareció.

Un día llegó la mamá preguntando por él y nadie dio razón de él, nadie sabía nada. “Don Alfredo” sí dijo: “Nadie sabe nada, haigan visto lo que haigan visto, nadie vio nada”.

La muerte de Juancho no la olvidé porque fue un pelao que rogó mucho para que no lo mataran. Me dolió mucho la muerte de ese muchacho porque era un muchacho que todavía no sabía qué era la guerra.

Yo estuve con “Don Alfredo” desde niño. Más o menos, él tuvo que haber mandado a matar de cien a ciento cincuenta personas. A él lo acribillaron hace como tres años en una batida que hizo el Ejército en Vista Hermosa, Meta.