Crimen a inocentes

Esto se llama la vereda El Remanso, para el lado de Salamina en el Caquetá.

Esto aquí es una escuela, una profesora… Teresa se llamaba ella. Ella llegó ahí a enseñar porque por allá casi no había profesores y la gente de la vereda se reunió para que le mandaran una profesora.

El comandante “Norbey” la tenía fichada. Supuestamente la profesora era una “sapa” del Ejército porque ella tenía un sobrino que estaba prestando servicio.

El sobrino vino a estarse unos días ahí, a visitar la tía, ella como que lo había criado.

El comandante dio la orden que la llevaran amarrada y al sobrino también. Y por mucho que hablaron los de la vereda y la comunidad, no…

Cuando cogió a la profesora y al chico, “Norbey” le dijo a la gente de la vereda que si alguno tenía un hijo que iba a prestar servicio militar que antes de pensarlo o hacerlo de una vez fuera desocupando la vereda sino querían que acabaran con todo, hasta con el nido de la perra.
Él estaba muy furioso. Mandó a matar la profesora y mató el sobrino. El muchacho tenía como 19 años. Llevaba poquito en el Ejército prestando servicio.
Se la llevaron amarrada. A mí me mandaron ahí con ellos, yo tenía que ir ahí atrás de ellos. Me dejaron con el chico, yo como que me daban ganas como de soltarlo. Me sentía mal… uno sabe que es una persona inocente.

A uno de los compañeros que la llevaba amarrada, a uno que le decíamos de apodo “Chigüiro”, ella le decía si él tenía hermanos, que si tenía hijos, que si tenía mamá. “Yo no tengo hermanos, no tengo mamá, no tengo nada” le gritó “Chigüiro”. Y… este fue el que le disparó. Él era muy aliado con el comandante, con “Norbey”.

A la profesora la violaron primero y ahí sí la mataron y también mataron el chico y ahí los dejaron a la orilla del río.

“Norbey” no dejó que los sacaran de ahí. Ellos quedaron ahí en la vereda El Remanso.

Al esposo de la profesora lo pusieron a enterrar a los dos en un solo hueco.

Y esa escuela la cerraron.