Engaño y tristeza por adolecentes de 14 y 15 años

Este es un campamento. El comandante nos reunió a todos y como habían un poco de muchachos para lados del Remanso, Caquetá, dijo que fueran a hablar con los pelaos a ver si querían ir a trabajar allá.

Salieron diez chinos que dijeron que ellos sí se iban con las FARC. Como a los muchachos les gustaban mucho las armas…

Ya a los veinte días, los chinos no aguantaron, ya empezaron a echar para atrás y a pedir auxilio, que los dejaran ir, que los devolvieran. Entonces ya les dijeron que no, que ya tenían que aguantar, porque ellos ya habían conocido el campamento.

Se decidieron a volarse. Los chinos se tiraron al río, cuando entonces los mataron. Mataron a tres. Los compañeros, al mirar que habían matado a los tres chinos, ya dijeron que ellos se quedaban, que ellos no se iban a volar, que no los fueran a matar. Entonces, el comandante les dijo que eso lo hacía para que ellos se dieran cuenta y no fueran a estar pensando que ahí se jugaba con las FARC.

Los cuerpos de esos muchachos los entierran. Hacen abrir un hueco y de una vez, ahí los tiran, hondito, los tiran y los tapan.