Masacre de la familia Artunduaga

Esto pasó en una vereda llamada El Topacio, Caquetá. Es la historia de la familia Artunduaga. Eran la mamá, el papá y cinco hijos.

Uno de los hijos se fue para donde los paramilitares estaba trabajando con ellos. Cuando la guerrilla supo, le dijeron al papá que tenía que abandonar la finca, que allá no se podía tener gente que tuvieran hijos trabajando en el otro equipo, que le servían a ellos o no le servían a nadie.

La finca de ellos, era una finca bonita, trabajaban con la coca.

A ellos les dieron la razón el sábado que tenía que abandonar la finca lo mas pronto. Como ellos tenían el cultivo de coca para coger esa semana que venía, entonces, dijeron que iban a buscar gente para que les ayudaran a raspar, o sea, cogían la hojita y que ahí sí se iban.

El lunes madrugaron a raspar lo más ligero que se pudiera.

Pero con la guerrilla no se puede, no se puede… es lo que ellos digan y ya.

La guerrilla se dio cuenta que no les habían cumplido la orden. Les cayó, amarraron la señora a un palo, al señor y al otro hijo.

A unos de los trabajadores los fusilaron en la finca.
La señora al escuchar el tropel no hacía sino gritar y pedir auxilio. Al muchacho y al papá los torturaron con garrote. Matan al papá y el otro hijo.

A la señora la dejaron amarrada, otros trabajadores cuando miraron que la guerrilla se fue, la soltaron, ella salió corriendo, encontró al hijo y al marido muertos.
Ella no alcanzó a completar en la finca el mes, se fue, se fue porque casi se enloquece.