Masacre del Naya

El primer lugar donde llegamos fue a Timba, Cauca. Ahí empezó nuestro ingreso hacia El Naya.

Podíamos ver el Río Naya que es un río bastante ancho, caudaloso por lo que tiene desembocadura al mar y se le unen otros ríos.

Se veían manchas rojas sobre el río y empezamos a observar que eran personas, muertos que iban bajando por ahí.

Podíamos ver que iban cuerpos sin cabeza, sin brazos, sin piernas. Hombres, mujeres, niños, y que lo que estaba al otro lado del río eran los paramilitares.

Íbamos llegando a los pueblos de las masacres dos días después. A La Concha, Yurumanguí, Juntas, López de Micai, departamentos de Cauca y Valle del Cauca.

Allá hubo muertes de todos los tipos, con fusil, con machetes, con motosierras. Personas que eran arrojadas vivas al río para que se ahogaran.

Eso fue como en abril, en la Semana Santa del 2001.

Uno siente frustración, rabia porque uno se pregunta que si lo que hacen aquí en este momento lo pueden estar haciendo en tu casa o con algún familiar tuyo.